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Adaptar las empresas a la nueva Ley de Protección de Datos es fundamental

Los organismos nacionales e internacionales, por a la interacción por las nuevas tecnologías, consideran mejorar las barreras de acceso a los datos personales para proteger la identidad individual

Ante ese panorama de protección de datos tan exhaustivo, las empresas han buscado fórmulas y mecanismos para hacer valer todos los parámetros legislados y garantizar, tanto a proveedores, como a clientes, que la documentación que aportan, así como sus datos personales, están en absoluta salvaguarda.

Sin duda, la generación de bases de datos son un arma esencial para el comercio. Por eso, ante el abuso que las nuevas tecnologías que así se lo permitían a aquellas firmas, entidades y piratas, hizo necesario el establecimiento de protocolos de protección y, por supuesto, una legislación al respecto.

En ese marco de acción es donde nació el Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD) de obligado cumplimiento por todos los estados miembros y sus empresas afincadas. Es por ello que las compañías tienen que hacer frente a este marco normativo con todas las herramientas de control exigidas y hacer valer sus barreras de protección de datos a toda costa.

Esa es la tarea en la que otras empresas se han especializado, en dotar de esas herramientas que permiten cumplir con los preceptos legales y además optimizar, al máximo sus recursos, como es, por ejemplo, https://rapinformes.es/.

¿Qué hay que tener en cuenta sobre Protección de datos?

Como se venía desgranando, las compañías en la actualidad tienen la oportunidad de hacerse con herramientas eficaces que permitan salvaguardar los datos de clientes y proveedores.

En ese sentido, Rapinformes es capaz de detectar y determinar qué compañías, por su envergadura, tamaño o volumen de negocio precisa o no de un delegado de protección de datos. Por supuesto, lo que más sentido dará a su actividad es la creación personificada de un protocolo de actuación respecto a los datos personales que se manejan en la compañía. Así como la elaboración de un contrato de confidencialidad de servicios con los encargados que, en la empresa concreta, vayan a gestionar esas funciones.

De lo que se trata, es de que la empresa de manera integral obtenga un informe donde precise todos los departamentos, transacciones y archivos en los que se debe aplicar la Ley de Protección de datos.

Por ello, precisará, también, qué aplicaciones informáticas pueden ser de utilidad al respecto. Del mismo modo, este tipo de empresas asesoras también pueden dedicarse a comprobar y verificar el cumplimiento de las medidas. En su tarea fiscalizadora es posible que se detecten fisuras que haya que corregir y para ello es necesario que se haga con todas las garantías que ellas aportan.

En definitiva, es cumplir con la legislación por varias razones, la primera, para no incurrir en ningún delito y las consecuencias nefastas que ello puede traer como consecuencia; pero, por otra, por la propia seguridad de la compañía, sus trabajadores, sus clientes y todo el conjunto de proveedores con los que mantiene relación.

Hacer una empresa segura en todos los sentidos. Evitar ciberataques que afecten a la extracción de datos y cumplir con la normativa. Muchas veces las empresas están en su convencimiento de estar procediendo con solvencia en las cuestiones de protección de datos y no es el caso. En ese sentido, los profesionales de verdad sabrán cuáles son las debilidades y aportarán la solución. Tanto en el presente como en el futuro, los datos personales están muy expuestos, de ahí que deba existir un férreo control para que los avances de la tecnología no encuentren vericuetos por los que colarse para saltarse la intimidad de la que todo el mundo debe gozar.

Por último, decir que empresas como Rapinformes permiten, por un lado, modular respuestas para que la compañía actúe en caso de necesidad, ante una fisura en la protección de datos. Por otro lado, analiza todos los riesgos que existen y se antecede a sus posibles soluciones, lo que genera tranquilidad y certidumbre en sus clientes.